Exhorto

Marta Balbi: "Etapa Cíclica Lunar"

Es hora de que hagamos equipo y sembremos las bases de la nueva etapa cíclica y lunar: llegó el tiempo de la semilla de oro que dará lugar a la flor de la convivencia mutuamente sostenida.
Para eso es imprescindible modificar en buena parte nuestras creencias, postulados, costumbres, actitudes, metas y móviles, y adaptarnos a los nuevos parámetros universales que ya son muy exigentes.
Debemos dejar muy atrás la zorra e insidiosa bestia monstruosa, el reptil de mala muerte que anida y se escurre, la anaconda verde oscura en nuestro ser, víctima de la corrupción y la individualización personalista.

Imaginémonos unidos de una vez por todas; no tenemos mucho tiempo por adelante.

Siento compasión por nuestros gobernantes, autoridades, altos funcionarios, ministros, jefes, policías, militares y representantes del pueblo, porque no debe ser nada fácil sostener el fardo que deben llevar obligadamente a cuestas. ¡Tanta responsabilidad e irresponsabilidad a la vez, tanto desconcierto y falta de armonía, sensatez y paz! ¡Tanta ambición y tanta vanidad!

Tengo años preocupándome por el futuro de esta Tierra y de esta gente, que luce tan despreocupada, frívola y escéptica, tan infantil y violenta, tan perdida y manipulada, tan ilógica como masoquista.

¡Que los Poderes Cósmicos nos ayuden y se apiaden de nuestro penoso subdesarrollo moral, deficiencia neural y debilidad neurotransmisora y hormonal, atraso filosófico-espiritual, falta de fe, coordinación y agilidad, interminables conflictos y necias rencillas internas, demencial carrera armamentista, actos vandálicos de terror y agresión, explosivamente alarmante aumento de la población, reducción de suministros y fuentes de recursos renovables y no renovables, ignorancia orgullosa, por propia decisión y elección!

¿Por qué no oye esta gente, tan arrogante e ilusa a la vez?

¿Por qué no ven a los Dioses Poderosos del Cosmos y la Naturaleza capaces de arrasarlos de la faz de la Tierra?

¡Que brillen cien mil millones de estrellas en el cielo límpido; cien mil millones de luciérnagas en las noches estrelladas; cien mil millones de manantiales de agua pura rueden por las montañas; que haya cien mil millones de seres reverentes de la Madre Tierra, cien mil millones de peces en el mar, cien mil millones de especies silvestres, cien mil millones de días de paz, cien millones de alegrías!